miércoles, 15 de junio de 2011

Variantes del secreto I

Hoy encontré un secreto adentro de una caja que tenía guardada en el ropero que está escondido atrás de una pila de porquerías en la pieza al fondo del patio donde en la casa de mis viejos van las cosas a ser olvidadas.
Me acuerdo de una foto muy vintage (ahora es vintage) en la clínica donde mi mamá me llevaba cuando era chico, donde una mujer vestida de enfermera se ponía el dedo en la boca en señal de silencio. Todavía tengo la sensación de que esa mujer sabía algo sobre mi que el resto no (o yo de ella).
En la casa de mi abuela había una pila de cajas tapadas con una lona que yo siempre le pedía ver. Ella me decía: "un día que acomode todo eso te dejo que me ayudes", pero nunca me dejó: era un secreto.

2 comentarios:

  1. Pareciera que el resto de la gente (y también hago referencia a mi abuela, a su ropero, y a una caja en el fondo) quiere olvidase de los secretos que guarda. Como si fueran demasiado para compartirlos, y que una vez compartidos ya no los pueden controlar, y de esa manera están presentes siempre, se acuerdan.
    Los secretos se quieren olvidar,siempre como una buena desobediente yo fuí a hurgar.
    Y encontré. Y ahí tuve un nuevo secreto para mí, pequeño efecto boomerang.

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  2. Me gusta el estilo, sencillo, pero significativo y simbólico, para contar la anécdota. Me animo a decir que quizás sea una anécdota cierta, y que este estilo es propio de esas anécdotas ciertas. Igual no importa que sean ciertas, sino que lo parezcan, no?

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