miércoles, 21 de abril de 2010

¿Mar o montaña?... ¡Ambos!


¿Qué tan ridículo es pescar en la cima de una montaña? Mucho más estúpido sería quedarme ahí abajo esperando, cada vez más solemne, cada vez más amarillo, más verde… Probablemente yo no dije esas palabras, pero no importa: tengo la caña calzada al hombro y todos mis anzuelos son de oro… Solo los que mienten saben la verdad (aunque tal vez tampoco haya dicho nunca eso).

Conozco un par de ménades, si te das vuelta demasiado tiempo te muerden el cuello, por eso hay que andar siempre con las garras bien afiladas y untadas en miel, para devolver dulcemente el zarpazo.

Autoengaño: forma más noble y pura de la narración. Solo los que mienten saben la verdad. Pescamos exclusivamente en la cima rocosa de los montes, donde llegan los mejores peces.-




M.W.

2 comentarios:

  1. Felicidades Mateo, siempre por la creatividad en los escritos. Un saludo desde este otro hemisferio donde también nos impresionamos cuando los mejores peces suben hasta acá.

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  2. Solo los que sabemos la verdad mentimos, aveces sabemos demasiadas verdades y debemos mentirnos a nosotros mismos para poder pescarnos. nos mentimos como si fueran verdades y nos decimos verdades como si estuviesemos mintiendo, en pos del anzuelo de oro.

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