domingo, 7 de febrero de 2010

Senumoc Seragul


Es tan puro ir al almacén y comprarse una bandeja de ravioles que en la cola de la caja me largo a llorar de la alegría. Las panaderas me guiñan el ojo derecho, las mujeres en la calle me dicen “¡Mateo! ¿Dónde vas?” y yo siempre voy al mismo lado, siempre.


Caprichitos y modorras a la siesta, a la noche y a veces en pleno mediodía. Nunca me subo dos veces al mismo colectivo ni me cambio el calzoncillo roto para ir a las orgías. Al frente de la góndola de los lácteos me bajo los pantalones y grito porquerías a los padres de familia. Cuando un sachet se revienta contra el piso inmediatamente me tiro a lamer los azulejos ¡Qué placer inigualable el mío! Cuando te vas ojerosa a las ocho de la mañana me tiro un pedo para festejar este desatino, esta magnífica intervención de las malas costumbres en las mañanas ajenas.

Mi monstruo se llama Senumoc Seragul y lo abrazo antes de acostarme para saber que todo anda bien. El monstruo gruñe y patalea y yo más fuerte lo aprieto sonriendo. Todos los monstruos de la cuadra me temen, soy el terror de los prodigios, el gran coleccionador de cosas únicas, el antihéroe que invita a los enemigos a tomar el té (peor de los ultrajes).

Me gustás porque sos única, porque desestimo todo lo que hay en vos de general, todo lo que te defina como universal. Vos sos el sustantivo que no admite plurales, la efervescencia de lo irreproducible. Ésta mañana en particular, esta forma del Sol entre las rejas, éste mate, no otro, no el mate en sí, no; éste mate Sí.

¿Cómo era la tía de Atila el huno? ¿A qué olía la mierda de Bucéfalo, la de Incitatus? ¿Cómo cogía Aristóteles? Todas esas cosas le pregunto a Senumoc Seragul mientras lo abrazo y me río (Cinismo: método que consigue la transmutación de lo pesado en leve mediante el desprecio, la burla, la risa), entonces Senumoc Seragul llora como chancho porque de repente sabe que no existe. ¡Viva Sirio el Can! Guía de los filósofos llamados perros. ¿Será por eso que se contradice Zaratustra? ¿Por qué Ésta flor? ¿Por qué Ésta mujer?


M.U.
-El cuadro de arriba (que no sé si se llama "Mujer y Pulpo" o "Sueño de la mujer del pescador") pertenece a Hokusai, quien se pensaba capaz de llegar a la total individualidad de cadá línea y punto refutando los postulados de la geometría

2 comentarios:

  1. Me gusta el arte que incómoda, el arte que se incrusta allí donde la represión cree establecer su dominio y la hace irse a otra parte. El arte que ve en el caos (supuesto caos) la única posibilidad de cambio.
    Esto es lo que leo en tus escritos y en la pintura de Hokusai, que no puede ser más representativa de lo que puede (y debe) ser el arte.

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  2. Me siento alagado como una colegiala a la que le tocan el culo en pleno centro y se siente en compromiso de hacerse la ofendida. Gracias Anónimo

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